Luis y Queca me traen viejos recuerdos de mi pasado como motero, durante algún tiempo como mensajero, allá por mis años jóvenes, y más adelante como "viajero aventurero". También me traen recuerdos de mi buen amigo Manolo de Soria, al que conocí cruzando el Estrecho de Magallanes. El iba a lomos de una BMW 650 y, junto a Toni, Fernando y Alejandro, se harían más de 15.000 kilómetros por tierras de Chile y Argentina.