
Yo soy hombre, pero siempre he sido consciente de la dificultad que implica ser mujer en nuestra sociedad. Si, las cosas están cambiando hace tiempo, pero pienso que solo aparentemente. Puede ser un cambio controlado y dirigido, pero eso es mucho suponer para mí.
Prefiero centrarme en esos casos particulares en los que
tras una separación o un divorcio, ella se hace cargo de los hijos y del timón
del barco de la familia, trabajando, atendiendo a unos hijos adolescentes y a
veces soportando, pero siempre a pie de obra. Puede parecer que esto es lo
normal, pero no lo es por lo que decíamos al principio. Poniendo un símil
deportivo, siempre que veo competiciones las hay de mujeres o de hombres, no se
me ocurre algún deporte en el que compitan juntos, pero en la vida, en el día a
día, las cosas no son así y estás en manos de la diosa fortuna y obligada a
tener la actitud necesaria para salir adelante.
Levantarse a las 6:45 A.M. para recorrer esos caminos que te
sitúan delante de la verdad absoluta, el amor por los más desfavorecidos, por
los débiles, aquellos que nos necesitan para tener la mitad de oportunidades
que los demás (siendo muy generoso), y además, hacerlo con una sonrisa.
No pierdas tu estrella, esa que te ha acompañado y te ha
ayudado a superar esos momentos difíciles y llegar hasta este punto del camino,
y si en algún momento crees que se aleja, siempre te quedará el esplendor del
verde bajo un cielo azul que nunca desaparecerá del todo.