domingo, 28 de junio de 2020

El puma


A las 05,15 A.M. me despierto y las sensaciones son buenas, por lo que decido levantarme para intentar
tomar alguna foto con las primeras luces del día, buscando los colores rojizos del sol sobre las torres. Me
encuentro en la explanada, a pocos metros de la puerta de la cabaña, con el trípode montado y el disparador en automático para evitar el movimiento de la imagen al disparar, el silencio es abrumador, cuando ... estoy un poco agachado encuadrando una toma y algo me hace volver la cabeza hacia atrás.

Un puma camina majestuoso a escasos 8 metros de donde me encuentro. Su marcha es lenta y veo, “más cerca de lo que me gustaría”, su tamaño y sus movimientos.... levanta la vista, me mira unos segundos ... sin detenerse y sin prestarme atención, continua su camino y pasa entre la cabaña y el montículo de los depósitos. Son unos segundos muy intensos, en los que mis emociones se amontonan.... todo transcurre rápidamente pero tengo tiempo de coger el trípode, dar la vuelta y disparar...... pi pi pi, “el automático...” cuando sale la foto el puma ya no está.

Creo que ha sido todo tan rápido que no he tenido tiempo de sentir miedo. Me dirijo precipitadamente a la cabaña, entre excitado y asustado, lo he tenido cerca, muy cerca y podía haber sido peligroso. Ya en el interior y con la puerta cerrada, me dirijo a una ventana que da a la parte de atrás, por donde espero poder ver sus movimientos pero ha desaparecido. Paseo arriba y abajo en el corto espacio de la cocina y casi puedo escuchar los latidos de mi corazón. Los demás duermen y no puedo compartir con nadie el momento.

Finalmente tras unos 5 o 10 minutos pensándolo, decido coger una estaca y llenarme los bolsillos con piedras, voy a aventurarme al exterior para ver si le veo. Tras un rato moviéndome por los alrededores de la cabaña (sin alejarme mucho) no tengo la "suerte" de volver a encontrarlo y decido regresar para desayunar y poder relatar mi encuentro a Luis y a Gustavo (Heriberto duerme en el puesto de control).

A lo largo del día volveré a tener unas sensaciones extrañas con esta historia, que recordaré en algunos otros momentos del viaje. No ha pasado nada, pero realmente podía haber sido algo dramático, me recorre un escalofrío al pensarlo...