martes, 28 de febrero de 2023
¿Amas lo que no eres?
lunes, 27 de febrero de 2023
Publicar un libro en el Siglo XXI
Últimamente he contactado con varias editoriales españolas a las que les he hecho llegar los manuscritos de algunos de mis proyectos literarios terminados recientemente. Es una acción que requiere tiempo, paciencia y perseverancia.
Siendo conocedor de las dificultades que entraña, esto se
convierte en una suerte de ejercicio para alcanzar la madurez y el
autoconocimiento, más si cabe cuando es un desconocido quien presenta estos
manuscritos, siendo harto complicado que una editorial tradicional te de alguna
posibilidad.
De momento esto no ha ocurrido, ya que las respuestas que he
recibido han venido de editoriales que, valorando satisfactoriamente mi obra,
me remitían un contrato por el que debía hacer una aportación económica para
llevar a "buen puerto" mi intención de publicar.
Tenemos que tener en cuenta dos cuestiones: la primera es el
desconocimiento que un autor novel tiene del sector editorial y sus entresijos.
La segunda la ilusión que un nuevo escritor tiene por ver publicada su obra,
sin olvidarnos de la parte de reconocimiento a su trabajo, bien argumentada, en
la respuesta recibida. Esta es una mala combinación que ha propiciado cientos
de comentarios en Internet en los que queda patente la frustración de personas
que han tenido que enfrentarse a la decisión de aceptar las propuestas de estas
pseudoeditoriales.
Desde mi desconocimiento, siempre pensé que si una editorial
estaba interesada en un manuscrito, procederían a corregirlo, maquetarlo,
editarlo y colocarlo, de alguna manera, es sus vías de distribución, tanto
físicas como digitales. Y realmente debe ser así. ¿Alguien se imagina que le
pidan una cantidad a escritores consagrados? Obviamente no.